miércoles, 24 de julio de 2013

Gulpiyuri la playa marina sin mar

Gulpiyuri, playa marina sin mar 
Monumento Natural








El sol aprieta con fuerza pero con ese punto agradable de no llegar a asfixiar. Tumbado en la arena el olor a mar se mezcla con el del aceite de coco de la crema bronceadora. El susurro de las olas y su rítmico vaivén balancean en la mente el relax, la tranquilidad, la soledad del momento. Abres los ojos en busca del horizonte azul del mar pero tras las olas sólo aparece el gris de la roca caliza. Así es Gulpiyuri, una playa marina sin mar. Una playa con todos los elementos propios de un pequeño arenal marítimo pero desde la que no se puede ver el mar o, mejor dicho, desde la que sólo se puede ver el agua que se filtra bajo el hueco que la comunica con el mar abierto. No es de extrañar que esta singular muestra de erosión kársticas esté incluida en el catálogo de monumentos naturales asturianos. Algo parecido ocurre tan sólo en Cobijeru, a pocos kilómetros de aquí.


El monumento natural de la playa de Gulpiyuri, en Naves (GPS 30 T347385 E4812233), es diferente al resto de playas españolas, con la salvedad hecha de Cobijeru. Y sólo por ello merece una visita. Se encuentra entre la Punta Rocinera yCastro Molina y muy cerca de una playa espectacular, de esas de manual, como es la de San Antolín, una playa al uso, con su horizonte marino de una belleza que sólo comprenden quienes han tenido la fortuna de estar en sus blancas arenas.

  



Gulpiyuri está a tiro de piedra de la autovía del Cantábrico, en la rasa llanisca, esa rasa calcárea que ofrece un auténtico despliegue de formaciones calizas resultantes de la acción del proceso kárstico. En el caso de Gulpiyuri se trata de una dolina, es decir, del hundimiento del techo de una cavidad subterránea. El mar penetra por las galerías subterráneas de la sima marina de Gulpiyuri y emerge cien metros tierra a dentro para formar esta curiosa playa interior con forma de media luna. No os la perdáis.El fenómeno geológico está acompañado además de una interesante fauna ornitológica con gaviotas, cormoranes y paseriformes (tarabilla, bisbita, colirrojo tizón, etc.) y una atrayente flora de formaciones pratenses, matorral (fundamentalmente tojo pero también zarzamora y laurel) y vegetación halófila como la clavelina de mar (Armeria maritima), el cenoyo de mar (Crithmum maritimum), zanahoria de acantilado (Daucus carota), y el llantén de mar (Plantago maritima).


A la playa de Gulpiyuri se accede desde Naves cruzando la autovía del Cantábrico por encima y continuando 200 metros por una pista de tierra, con un pequeño lugar donde dejar el vehículo. Desde aquí, un sendero nos conduce en apenas 5 minutos hasta el borde meridional de la playa. Por la parte oriental una senda baja a la arena de esta playa declarada Punto de Interés Geológico e incluida parcialmente en el Lugar de Importancia Comunitaria y ZEPA de Ría de Ribadesella – Ría de Tinamayor.

Vista aérea de la playa de Gulpiyuri

martes, 23 de julio de 2013

Taramundi Molino de Mazonovo el Museo del Agua


Molino de Mazonovo, el museo del agua 

Nos encontramos entre una vegetación muy densa con castaños, robles y abedules y con el suave murmullo de los riachuelos que discurren por esta comarca. Hemos llegado a la Asturias más profunda, dónde el agua es el principal motor de subsistencia de los Oscos. Estamos en el Museo de Mazonovo en Taramundi.




Este edificio de piedra que se halla totalmente integrado en el entorno nos va a trasladar a épocas primitivas donde los habitantes de la comarca aprovechaban la fuerza del agua como medio de subsistencia.
En Taramundi, el agua resulta silenciosa, tranquila y susurrante unas veces y otras se torna rebelde y nerviosa. En esta región aislada, tanto este líquido tan preciado, cómo las casas de piedra con techos de pizarras, cómo sus gentes curtidas y amables, son sus protagonistas indiscutibles.
Accedemos al Museo de Mazonovo desde el bonito pueblo de Taramundi a través de un camino hormigonado que nos lleva hasta lo más profundo del valle entre campos de nogales y manzanos. Después de una curva, vamos a entrar en un rincón inolvidable, Mazonovo.
Os puedo contar que este museo no es como los demás. Aquí, si que podemos tocar, ver y escuchar. En él no existe un tiempo limitado. Podremos volver a moler el grano si nos apetece o accionaremos el molino hidráulico las veces que nos haga falta para entender su mecanismo. O saldremos al exterior para disfrutar de la grandiosidad del entorno.




Este museo abrió sus puertas al público en el año 1998. Sin embargo, vamos a visitar un molino de verdad del siglo XVIII que supo aprovechar el cauce del rio Cabreira.
Cómo se quedó pequeño debido a la gran demanda de molienda y de producción eléctrica hubo que construir otro en la parte opuesta de la orilla. Para trasportar el agua del uno al otro se creó un acueducto que los une. 
Mazonovo es un museo muy especial. No solamente miramos, si no que podemos experimentar las formas de antaño en la molienda del grano. Podemos escuchar el seco golpeteo del martillo de la fragua que se mueve al compás que el agua le impone.




En Mazonovo podemos ver como se trabajaba el hierro durante los siglos XVIII y XIX. Una actividad que fue vital para la subsistencia de esta región tan apartada.
¿Entramos? Después de ver un audiovisual comienza nuestra diversión. Te aconsejo qué, si tienes niños y piensas visitar esta zona, no olvides de traerlos aquí. Aunque saldrán manchados de polvo en la ropa, cara y manitas, sus ojos de satisfacción y la sonrisa en sus labios te lo dirá todo. Es algo que no van a poder disfrutar si viven en las grandes ciudades.
Comenzamos nuestra visita con multitud de cuencos diferentes creados por el hombre desde 7.000 años antes de Cristo.





La necesidad de moler el grano para convertirlo en harina, poder amasarlo y luego hornearlo, provocó la exigencia de ir creando diferentes sistemas de molienda. Desde dos simples piedras para machacar el grano, pasaremos al sistema que inventaron los romanos para ir evacuando lo molido del cuenco y aumentar la potencia a partir de una piedra que giraba sobre otra.
Experimentamos con molinos que giran o que funcionan de derecha a izquierda.
Según iba creciendo la demanda, el problema se fue agravando al tener que realizar la molienda de grandes cantidades de grano. Fue entonces, cuando se crearon los molinos de tracción (los movidos por animales) y los que aprovechaban la fuerza del agua.




Antes de salir también podremos accionar las veces que queramos un molino hidráulico. Uno con rueda en vertical y otro en horizontal.




A modo de curiosidad, te puedo contar que los campesinos llevaban su cosecha de grano al molinero. Ellos debían pagarle con dinero pero, cómo la mayoría carecía de él, entonces le daban un tercio de la molienda en concepto de pago. A esto se le llamaba “maquila”.
Cuando salimos de este primer edificio de Mazonovo, entramos en otra dimensión. Un museo al aire libre, en plena naturaleza salvaje con el agua y la vegetación cómo protagonistas. 





Mientras damos un paseo por el canal podemos ver un molino brasileño y otro chino donde se trituraba la pólvora. 
Además de poder fotografiar una pequeña cascada artificial podemos sentarnos a observar el pequeño estanque rodeado de una densa vegetación. 




Cruzamos a la otra parte del río. Aquí vamos a visitar la central hidroeléctrica que suministró corriente a Taramundi hasta los años 80.




De los tres molinos de origen que hay en el edificio, uno de ellos está desmontado para que podamos ver todas las piezas qué lo componen y entendamos mejor su funcionamiento. Seguro que te resulta curioso ver como lograron separar la harina de la cáscara.




En este edificio también hay algunos paneles informativos sobre herramientas utilizadas durante todos estos siglos. 
Después de esta didáctica visita que nos puede haber llevado todo el tiempo que hayamos necesitado, volvemos sobre nuestros pasos realizando una última mirada al entorno tan espectacular que forma todo Mazonovo. 





Saldremos al exterior del recinto con la sensación de haber vivido una de esas experiencias que no se olvidan jamás. Por lo menos, para mí lo fue. 





domingo, 21 de julio de 2013

Gijón patrimonio historicoy visitas de Interes

Gijón Principado de Asturias

Patrimonio Histórico y Visitas de Interes

Villa Romana de Veranes

Gijón ofrece un amplio abanico de itinerarios para conocer la historia y los encantos que envuelven a un concejo que ha sabido modernizarse en el tiempo, pero siempre respetando el patrimonio como símbolo de identidad.
Así, los amantes de la historia no deben dejar de visitar la Villa romana de Veranes, en la parroquia de Cenero. Este yacimiento arqueológico cuenta con un Centro de Interpretación, que explica el pasado de esta antigua explotación agropecuaria.


Cimadevilla

De ese pasado romano también conserva Gijón las Termas Romanas de Campo Valdés. Situadas en pleno barrio de Cimavilla, son las mayores y mejor conservadasel norte de España. Se encontraban dentro del recinto que delimitaban las murallas rodeando el citado barrio, murallas de las que todavía hoy existen restos muy bien conservados, como los que flanquean la puerta que daba acceso a la ciudad amurallada, lugar que hoy ocupa La Torre del Reloj También, sobre lo que en su día fueran murallas, se construyó en el siglo XVI el Palacio Valdés, que fue, entre otros, antigua fábrica de tabacos y aduana, para pasar a convertirse en el siglo XIX en un colegio religioso que sigue en funcionamiento hoy en día. Bajo los muros de la vistosa Iglesia de San Pedro y ocupando uno de los lugares más bellos de la ciudad junto a las aguas de la playa San Lorenzo, se hallaron restos de la época romana muy importantes para entender la historia de la ciudad. Esta iglesia bautizó a uno de los personajes más ilustres y que más importancia tuvieron en el despliegue de la ciudad: Gaspar Melchor de Jovellanos. La repercusión que este gijonés tuvo para la ciudad se ve plasmada en calles y plazas que llevan su nombre, como la Plaza de Jovellanos, que acoge la casa en la que este personaje nació, hoy en día abierta al público como Museo Casa Natal Jovellanos. Además de encontrar salas dedicadas a la vida y obra de este ilustre personaje, es posible ver obras pictóricas y escultóricas de artistas europeos desde el siglo XVII en adelante. Anexa a este edificio está la Capilla de los Remedios, en la cual se encuentra el sepulcro del citado Jovellanos.




Casa natal de Jovellanos




Palacio rivillagigedo

En la plaza del Marqués, mirando al puerto deportivo, se alza imponente el Palacio de Revillagigedo, uno de los ejemplos del estilo barroco más bellos de Asturias, que junto con la Colegiata de San Juan Bautista, fueron declarados Conjunto Histórico Nacional, dedicándose en la actualidad a sala de exposiciones.


Teatro Jovellanos

En el Paseo de Begoña, en pleno centro de Gijón lugar de esparcimiento de los gijoneses, plagado de bares, cafeterías y sidrerías donde relajarse se encuentra el Teatro Jovellanos.





Junto al río Piles se abre el recinto ferial, donde las visitas inexcusables son el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, con infinidad de objetos propios de la iconografía asturiana, que se exponen en un marco incomparablemente bello, así como el Museo Internacional de la Gaita, que nos permite conocer algo más de este típico instrumento asturiano


Sombras de Luz

En torno a la industrialización comenzaron a alzarse diversas esculturas, que se correspondían con el auge del monumento conmemorativo que se venía desarrollando en aquella época. Así, algunas obras representativas de ese movimiento, pueden ser El Monumento a Pelayo o el Monumento a Octavio Augusto, que forman parte de la interesante Ruta escultórica de Gijón. En esta ruta también es interesante ver, entre otras muchas, obras como: Sombras de Luz, de Fernando Alba, sobre la zona del paseo marítimo; Solidaridad, de Pepe Noja, en Parque al final del paseo del Riconín; Escultura del Nordeste, de Joaquín Vaquero Turcios, en la subida al Cerro.






El Elogio al Horizonte, obra de Chillida situada en el mirador de la ciudad, el Cerro de Santa Catalina, mostrándose imponente ante el espectador como emblema de la ciudad.











Laboral Ciudad cultura

 Un poco más alejada del centro de la ciudad se puede visitar la majestuosa Universidad Laboral. Con 130.000 m2 construidos, es uno de los edificios más grandes de España.
En marzo de 2007 ve la luz Laboral Ciudad de la Cultura, el espacio clásico reconvertido para todo tipo de espectáculos y propuestas de ocio. Así, alberga la sede de Radiotelevisión del Principado de Asturias, el Centro Integrado de Formación Profesional, la Escuela de Arte Dramático, la Iglesia, el Café, el Teatro, el Paraninfo, la Escuela Universitaria Jovellanos… y Laboral Centro de Arte y Creación Industrial, un nuevo espacio para el intercambio artístico, para la interacción y el diálogo entre el arte y la creación industrial.

Desde el mirador ubicado en la impresionante torre de 150 metros de altura, puede admirarse una bonita estampa de toda la ciudad, además del Jardín Botánico Atlántico, un espacio verde de 16 hectáreas que recoge especies de todo el hemisferio norte, siendo el único de estas características en España. Este ofrece, además, un amplio abanico de actividades: “Los cambios de estación en el Jardín”, con los solsticios de invierno y verano y los equinoccios de otoño y primavera, los talleres y las visitas guiadas por el recinto, “Las Noches Mágicas” (visitas nocturnas), los conciertos del Festival “Música con raíces”, son propuestas que sorprenden a quien lo visita.


Playa de San Lorenzo con Cimadevilla y la iglesia al fondo


Playa de San Lorenzo con sus tipicas casetas


El Rinconín


Peñarubia



Playa de Serín


Para los amantes del agua del mar, pero en estado puro, no debemos olvidar la amplia oferta de playas con que cuenta Gijón: la Playa de San Lorenzo, que ofrece servicios de higiene y vigilancia continuada, así como la posibilidad de practicar deportes acuáticos, siendo una de las más visitadas de Asturias; cercana a ésta y frente al ya nombrado Talasoponiente, la Playa de Poniente, de arena fina y dorada es otra de las preferidas, sobre todo para familias con niños por la tranquilidad de sus aguas; e igualmente, la Playa l’Arbeyal, entre los barrios de El Natahoyo y La Calzada. Pero, Gijón cuenta también con playas rurales en enclaves naturales privilegiados como las Playas del RinconínEstañoPeñarrubiaSerín… que ofrecen servicios de higiene y vigilancia, y cuentan además con amplias zonas de aparcamiento.



                                          Puerto deportivo de Gijón

Totalmente al lado opuesto de la zona donde se encuentran estos últimos recursos, y cercano ya al Puerto de El Musel, frente a la dársena de poniente, se ubica el Acuario de Gijón, que ofrece un divertido e interesante recorrido observando especies de los diferentes ecosistemas marinos del mundo y de los ríos asturianos, muy recomendable para familias con niños frente a él, perfectamente ubicado a orillas del cantábrico, el centro balneario Talasoponiente ofrece una nueva forma de ocio a través de los beneficios que el mar otorga, unificando en sus instalaciones los conceptos de diversión, belleza y salud, todo en uno.

Fruto de la tradición que Gijón ha tenido en actividad balnearia, ya desde tiempos romanos, con la existencia de las ya nombradas Termas Romanas de Campo Valdés, y posteriormente con los baños de ola a fines del siglo XIX en torno a la playa de San Lorenzo con balnearios como “La Sultana” o “Las Carolinas”, se creó este espacio, que manteniendo la esencia de esta actividad ofrece además una interesante oferta de servicios, restaurantes cafeterías, área de compras, área de gimnasio y además un divertido parque acuático donde pequeños y grandes serán testigos de la cara más amable y lúdica del agua, elemento básico de vida.

 Gijón es una ciudad que apuesta por el deporte y la salud como motor de desarrollo sostenible. En relación con esa idea de cuidado por el medio que nos rodea, la ciudad pone a disposición de los visitantes el servicio Gijón con Bici: servicio gratuito de paseos en bicicleta a lo largo de la ciudad.
Solo un diez por ciento del concejo de Gijón es urbano, por lo que alejándonos de la ciudad, Gijón ofrece otro tipo de visitas que en contacto con la naturaleza nos mostrarán a escasos kilometros del centro de la ciudad una realidad diferente, y una forma distinta de disfrutar del concejo.

miércoles, 17 de julio de 2013

9 Pueblos de la costa de Asturias con encanto

9 pueblos de la costa de Asturias  con encanto  




9 Pueblos con encanto de obligatoria visita. Empezamos el recorrido por el este del Principiado de Asturias hasta el oeste para acabar en un pueblo enclavado en medio de un paraíso natural.

Llanes  un pueblo con encanto

Pueblo marinero y monumental, con su casco antiguo, declarado conjunto Histórico-Artístico, Llanes ofrece al visitante una villa medieval, un pueblo marinero, unas espléndidas calas y unos excelentes paisajes. Los planes perfectos para conocer Llanes es darse un paseo por su casco medieval al anochecer, pasear por el puerto o salir a tomar una sidra en los alrededores del puente de la Barquera pueden ser experiencias maravillosas en un lugar como éste.


Cangas de Onís, un pueblo romano con encanto

Cruce de caminos y primera capital del reino de Asturias hasta el año 774. Bañada por los ríos Sella y Güeña, este pueblo posee además un entorno natural excepcional y es punto obligado de parada para aquellos que van a visitar el santuario de Covadonga , los lagos o los Picos de Europa. En el pueblo destaca su puente romano (aunque construido en el medievo), sobre el río Sella. También a destacar su preciosa iglesia Vieja o su ayuntamiento, pasear por este pueblo se puede llegar a hacer realmente corto…


Cudillero

Espectacular y pintoresco pueblo asturiano en el que el mar se asoma al pueblo y no al contrario. Es uno de los pueblos más bonitos de España no solo por su patrimonio o su situación, sino por su entorno natural, sus costumbres o sus gentes. Al final del día llegan los barcos pesqueros a su puerto después de haber faenado y ello te transporta todavía a años pasados, o la venta de la Rula, donde se comercia a viva voz como siempre se ha hecho. Sus calles y casas, apiñadas y pintadas de diferentes colores, confieren a Cudillero una identidad única.

Lastres

 Pueblo pesquero asturiano que mira al mar cada segundo de su existencia, rodeado de acantilados y llena de historia, fue de los puertos asturianos más importantes en los S.XVII y XVIII. De ello podemos ver hoy en día por sus calles estrechas, empinadas y empedradas, parte de su legado. Para hacer la mejor foto de este bonito pueblo nos tenemos que situar en su puerto. Desde aquí podremos contemplar un enjambre de casas apiñadas desafiando al mar que buen buen gusto parecen haber estado colocadas por la misma naturaleza.


Tazones un pueblo con encanto histórico


 Pueblo marinero con encanto, fue declarado conjunto Histórico-Artístico. Repleto de casitas sencillas que asomadas al mar esperan el regreso de los barcos. Calles empedradas, colores en las fachadas, pinturas en los balcones y ventanas y un largo etcétera de detalles que hacen comprender al visitante que éste no es un pueblo más. Dicen que en este pueblo desembarcó Carlos V en su primer viaje a España en 1517. Además del coqueto pueblo y su puerto, la gastronomía del lugar tiene fama de ser una de las mejores de la zona, donde se puede degustar el mejor pescado y marisco.


Ribadesella, pueblo con encanto y prehistoria


 Desde los tiempos prehistóricos, Ribadesella, estubo habitada. Testimonio de ello, son las cuevas prehistóricas de Tito Bustillo, con sus pinturas rupestres, catalogadas entre las 10 mejores del mundo. En la Edad Media, Alfonso X el Sabio, funda la villa de Ribadesella, que se convierte durante la época medieval y hasta el siglo XIX, en el puerto ballenero más importante del Norte de España. En el siglo XX, se convierte en el lugar de veraneo para los sectores burgueses asturianos y madrileños, prueba de ello, son los muchos palacios y villas que se construyeron en el Barrio del Arenal, frente a la playa de Santa Marina (galardonada con la Q de Calidad Turística)

Situado en la desembocadura del río Sella, es un pueblo con un bonito casco antiguo. Todo peatonal, está sembrado por bonitas calles y por casonas centenaria, como la casa de los Ardines o la Casona del Escudo, amén de bonitas iglesias y plazas. Además de la villa en sí misma y su zona portuaria, es muy interesante acercarse a las cuevas del Tito Bustillo.


Puerto de Vega

Pintoresco pueblecito de casitas de lúcido blanco e impecable limpieza. De calles estrechas y laberínticas. Con un también pintoresco puerto pesquero rodeado de paseos donde contemplar su flota pesquera, este lugar destila belleza y pulcritud por todos los costados, digno, sin duda de ser uno de los pueblos Asturianos más destacados.


Castropol, un pueblo con encanto castreño

 De la Edad del Bronce y del Hierro, son los restos de la cultura castreña de Castropol. De hecho, esta localidad tiene la más alta densidad de castros catalogados de Asturias. Precioso pueblo cercano a Galicia y situado en un promontorio a orillas de la ría del Eo. Pese a su creciente turismo ha sabido conservar su aroma de pueblo marinero y su patrimonio de una manera excepcional. Desde las casas de este pueblo con encanto uno puede despertarse por la mañana y contemplar una bella panorámica del mar, mientras escucha decenas de pájaros rondando cerca de la ventana. En el año 2004 el Conjunto Histórico de la Villa de Castropol fue declarado oficialmente Bien de Interés Cultural del Patrimonio Histórico Español

Taramundi, pueblo con encanto para hacer senderismo
Colidando con Lugo se encuentra Taramundi, una localidad enclavada en medio de un paraíso natural. Hay que destacar que Taramundi sobresale más por su patrimonio etnográfico que por el artístico propiamente dicho. Y es que este pueblo con encanto rodeado de bosques y en la sierra de Bobia, este pueblecito con tejados de pizarra conserva todavía un encanto especial. Con unos excelentes servicios para los amantes del turismo rural, desde aquí, además de apreciar el hermoso pueblo, son numerosas las excursiones y rutas senderistas para disfrutar del hermoso entorno. Desde la Ruta de Agua a la Ruta de "Sol y Sombra". Destacar la Reserva de la Biosfera del Eo reconocida por la UNESCO. 


martes, 16 de julio de 2013

7 Rincones acuáticos asturianos que no te debes perder

7 Rincones acuáticos asturianos que no te debes perder  


Lago de Calabazosa, Somiedo.


Aunque todo parecía indicar que el invierno de este año iba a enlazar con el del año siguiente después de unos meses con lluvia, frío y nieve, el verano ha entrado de golpe en la Península Ibérica. De los 20 a los 40º sin solución de continuidad. Así está la climatología, loca, de la nieve a una ola de calor.

Por suerte la llegada del buen tiempo coincidió con mis días en el paraíso natural asturiano, donde he estado realizando un recorrido por sus 41 monumentos naturales. 41 lugares son muchos para contároslos en una sola entrada del blog, así que los he agrupado por temática o naturaleza del recurso para sacarles el debido jugo e ir dando buena cuenta así de estos 41 rincones de espléndida naturaleza en Asturias.


Árboles singulares, bosques monumentales, mundo subterráneo, lugares con el agua como protagonista –dulce y salada- y otros monumentos naturales costeros y de montaña. El calor sigue instalado en España estos días así que para estar en consonancia con el clima y refrescarte, ahí van 7 rincones que no te debes perder con el agua dulce como protagonista.



Monumento Natural del Tabayón del Mongayu.
  

Esta cascada se encuentra en el parque natural de Redes y se llega a ella caminando desde el pueblo de Tarna por un precioso hayedo. Se trata de una cascada de 60 m. de altura originada por la riega del Mongayu que se descuelga del corte de un circo glaciar. Al salir del bosque la cascada aparece de pronto y encima se aprecia un salto superior. Se llega caminando hasta la base del tabayón.


Monumento Natural de las Cascadas de Oneta.


El curso del río Oneta, cerca de la localidad del mismo nombre, en el concejo de Villayón, presenta, en un corto tramo, tres cascadas de gran belleza que se precipitan sobre el sustrato de pizarras de Luarca (en concreto las llamadas cuarcitas de Sabugo). La más espectacular es la primera: La Firbia, de unos 20 m. Las dos inferiores son más inaccesibles. Una senda desde el pueblo de Oneta permite acceder al bosque de ribera que oculta este conjunto de saltos de agua.


Monumento Natural de las Hoces del río Esva.


De entre los cauces costeros asturianos, el del río Esva es probablemente el que se mantiene más inalterado, sobre todo en el tramo de sus hoces que están declaradas monumento natural –el comprendido entre San Pedro de Paredes y La Chanona, en las inmediaciones de Brieves. El Valle de Paredes regala al visitante este rincón astur de gran estética que concentra una de las mayores poblaciones de nutria.


Monumento Natural de los Meandros del río Nora.


En el tramo final de la cuenca del río Nora, en las inmediaciones de San Pedro de Nora, a un paso de Oviedo, se localiza este singular paraje. El serpenteante recorrido fluvial se aprecia sobre todo desde el mirador de Priañes, desde donde está hecha esta foto. Aunque la imagen no consigue mostrarlo, se aprecian hasta cuatro lazadas del río. Algo único.

Monumento Natural del Conjunto Lacustre de Somiedo.


El parque natural de Somiedo es una de las referencias naturales del Principado de Asturias. Entre sus principales atractivos se encuentra el puñado de lagos de origen glaciar situado al pie del macizo de los Picos Albos, de más de 2.000 m. de altitud. Los lagos de la Cueva, la Mina, Calabazosa, Cervériz y Lago del Valle, además de la zona caliza de alta montaña en la que se encuentran, forman este monumento natural que se puede recorrer en una senda de dificultad media-baja y unos 20 km. de longitud. Una de las excursiones más gratificantes del norte de España.

Monumento Natural de Ruta del Alba.



En la parte baja del parque natural de Redes (Sobrescobio), en las inmediaciones de Soto de Agues, esta ruta (PR.AS-62) recorre paralela al río del  Alba desde el pueblo hasta la Cruz de los Ríos (14 km. ida y vuelta). Prados, bosques (abedules, hayas, robles, ribera, castaños, etc.), desfiladeros y, sobre todo, la presencia permanente del frescor del río, tributario del Nalón, donde se mueven con soltura el martín pescador y el mirlo acuático.


Monumento Natural de las Hoces del río Pino.


La belleza e importancia geológica de este desfiladero de apenas 300 metros por el que se abre paso el río Pino en su tramo medio le llevó a ser declarado monumento natural. Es el reflejo de su corto y feroz curso, que en los apenas 6 kilómetros que tiene este arroyo, salva un desnivel de 800 metros. Las Foces del Pino se recorren a pie desde el pueblo de El Pino (Aller). En el paraje viven nutrias, rebecos, corzos, ciervos y lobos, entre otras muchas especies.