martes, 17 de diciembre de 2013

Concejo de Carreño


  
Carreño, como territorio autónomo, se vio dotado de una puebla en la segunda mitad del siglo XIII. Ésta se asentó en Candás, un establecimiento inmediato a la línea de costa. La autonomía del concejo de la puebla nueva no duraría mucho ya que en 1309 Fernando IV lo otorga al concejo de Avilés. A partir de ese momento, el territorio carreñense, a pesar de mantener su acusada personalidad, verá limitada su capacidad de autogobierno frente a la corporación de Avilés.
 Avilés

Los siglos XVI y XVII nos muestran una villa candasina muy activa, volcada hacia las actividades pesqueras. Además, en la segunda mitad del siglo XVII había conseguido la emancipación del alfoz avilesino y elabora sus nuevas ordenanzas municipales en 1684. En 1691 la Abadía de Santa María de Arbás del Puerto vende al concejo su coto de Overiz con los puertos de Perán y Entrellusa. De esta forma, Carreño adquiere la configuración que conocemos hoy en día. En esos momentos la economía del concejo está sustentada mayoritariamente por las actividades primarias, y con una gran parte de la población especializada en las pesqueras. También tiene importancia la artesanía orientada hacia las infraestructuras portuarias y marineras, por lo que abunda la presencia de toneleros, carpinteros, canteros, herreros etc.


                                                                      Candás


Además, en el siglo XVIII se ve dinamizada por la llegada de flamencos. Durante las primeras décadas del siglo XIX, la vida del Ayuntamiento se verá afectada por la inestabilidad política e institucional que caracterizó a dicho periodo en toda España. Durante el trienio liberal, el concejo se disgrega en tres ayuntamientos separados (Candás, Guimarán y Tamón), y en 1836 los carlistas ocupan esporádicamente el Ayuntamiento, aunque sin mayores consecuencias para la zona.


                                                                Guimarán 

Sin embargo, los años finiseculares del siglo XIX y los primeros del XX constituyen el inicio de un periodo que traerá grandes y positivas transformaciones en su territorio. En una primera fase industrializadora, se encuentran en funcionamiento varias minas de hierro, numerosas industrias conserveras, y la química de Aboño. También se concluye el nuevo espigón del puerto y se produce la llegada del ferrocarril. Tras la Guerra Civil, se culminó el proceso industrializador.

Ensidesa

En los años cincuenta recibe el influjo de la instalación de Ensidesa, y su vida económica se ve revitalizada también con la presencia de una cementera, una central eléctrica y numerosas pequeñas industrias instaladas en los alrededores.  instaladas en los alrededores. 






lunes, 16 de diciembre de 2013

Historia de Carreño


Historia de Carreño

Carreño es un concejo de la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias (España). Limita al oeste con Corvera, con Gozón y el Mar Cantábrico al norte, con el Mar Cantábrico y Gijón al este, y con Gijón de nuevo al sur. Forma junto al vecino concejo de Gozón la Mancomunidad del Cabo de Peñas. No es un concejo montañoso, pero si cuenta con una serie de lomas que atraviesan el concejo de oeste a este y que forman a su vez cinco valles. Está dividido en las siguientes 12 parroquias: Candás, Perlora, Albandi, Carrió, Prendes, Pervera, Piedeloro, Guimarán, Logrezana, El Valle, Ambás y Tamón.

Orígenes 




 El Neolítico está ampliamente representado por las estructuras megalíticas del Monte Areo, ya reseñadas en el s. XIX por el erudito local Carlos González Posada. Excavaciones recientes fechan este conjunto de monumentos funerarios en tomo al 3.000 A.C., en ellas pueden encontrarse gran cantidad de restos fúnebres. 






   







Resultado de imagen de areo carreño foto         


En la Edad de Bronce, se encontraron dos hachas, una procedente de Perlora y otra en le castro de la Barrera, esté último de la cultura castreña, ya que a título orientativo se cree que por esta zona habitaba el pueblo Astur.


hacha talon 2 anillas





De la época romana no contamos en Carreño con restos importantes, excepción hecha del Tesoro de Coyanca descubierto en 1961 (compuesto de siete monedas acuñadas entre el año 54 y el 138) y la torre de Yabio de dudosa arquitectura romana, pero la proximidad de estas tierras con la Campa de Torres donde existió un poblado prerromano luego romanizado, hace suponer una penetración de la cultura romana en los territorios hoy pertenecientes al concejo. 



Edad Media 

En la Edad Media, el concejo de Carreño perteneció a las tierras de Gauzón y después se integró en el alfoz de Avilés, pero no fue hasta el siglo XIII, cuando el concejo de Carreño fue reconocido como territorio autónomo y dotado de una puebla. Esta autonomía no duraría mucho pues Fernando IV, otorga al concejo de Avilés una serie de tierras entre las que estaban las de Carreño incluidas, siendo su capacidad limitada frente a las decisiones de Avilés. 

La Edad Media es en Carreño una época organizada espacial y socialmente en torno a la institución eclesial. Tanto la Catedral como los monasterios de San Pelayo y San Vicente todos de Oviedo, así como otros pertenecientes al concejo (San Juan de Aboño, Santa MB de Logrezana, San Salvador de Perlora,...) poseían multitud de propiedades en estas tierras. Si hay que decir, que Carreño fue siempre de realengo, sin dependencias de señoríos y estuvo representado en las Juntas Generales del Principado desde los siglos XIV y XV, estando integrado en el partido llamado de Avilés, aunque esto no quiere decir que en sus tierras no existiera aristocracia regional o local. 

   
Iglesia de Santa María La Real De Logrezana           Iglesia San Salvador de Perlora

En este período Carreño pertenece al denominado Alfoz de Gauzón que englobaba los actuales concejos de Gozón, Avilés, Carreño, Corvera, Illas y Castrillón. 

En el año 1309 el Alfoz de Gauzón pasa a denominarse Alfoz de Avilés y es esta villa la que ostentará la capital de la comarca en la que se incluye el concejo de Carreño.

En los siglos XV y XVI, la villa de Candás ya tiene un reconocido tráfico portuario y pesquero, de hecho, la actividad pesquera ya está documentada en la temprana época de 1232 cuando el convento de Santa MB de Arbás arrienda el puerto de Entrellusa (Perlora) a varios pescadores dedicados a la captura de la ballena. Por todo ello en el siglo XVI, se hacen las reformas del puerto en el que participa Juan Cerecedo, maestro de obras en la Catedral de Oviedo. 


Restos interesantes de esta época medieval son las torres señoriales como la de Prendes o el torruxón de Yabio. 

   

Torre Medieval de Prendes


Torre de Yavio

Crecimiento económico 


En los siglos posteriores la villa de Candás continuará con su especialización pesquera, y se intensifican las relaciones comerciales marítimas. La pesca de la ballena ocupa a buena parte de los marineros candasinos y en una de las múltiples incursiones a los mares de Irlanda tiene lugar el hallazgo del famoso Cristo de Candás. 

Candás, la Baragaña

Del crecimiento de la villa nos hablan la contratación en esta época (s. XVII) de un maestro de instrucción para niños y niñas y de un cirujano, así como la ampliación del templo parroquial y la construcción de la Casa Consistorial. 

Tras años de disputas Carreño se independiza de Avilés y se constituye en concejo autónomo a fines del siglo XVI. En esos tiempos las Juntas de Ayuntamiento de celebraban alternativamente un año en Guimarán y otro en Candás, aunque la primera capital del concejo estuvo en Sebades (Logrezana). 

Una anécdota curiosa ocurrida en 1624 es el insólito Pleito de los Delfines que enfrentó a pescadores candasinos con los simpáticos cetáceos. Aquéllos, hartos de que éstos destrozasen sus aparejos de pesca, decidieron entablar un pleito contra ellos. Finalmente, sentenciaron a los delfines a abandonar las costas candasinas y éstos acataron la decisión, desapareciendo. Un monumento, obra del escultor Santarúa, conmemora este sorprendente suceso. 



En el siglo XVIII continúan los arreglos y reconstrucciones del puerto, el de mayor tráfico de la costa asturiana y el que facilitaba el precio de la pesca al resto de los puertos del Cantábrico, además hay una gran actividad portuaria de astilleros para la construcción y reparación de barcos. En este siglo se fundan las cofradías de pescadores de Nuestra Señora del Carmen y las Ánimas del Purgatorio. Se hacen nuevos arreglos en el puerto y se instalan los cañones en el promontorio de San Antonio para la defensa de la villa. Es en este momento cuando todas las funciones administrativas se centralizan en las casas consistoriales de Candás. 

Resultado de imagen de cañones Candas foto  

Edad Contemporánea 


El comienzo de la Edad Contemporánea es azaroso en el concejo de Carreño como en el resto de España y viene marcado por la Invasión Francesa y la Guerra de Independencia.

El 28 de mayo de 1808 el Ayuntamiento declara la guerra a Francia y constituye un batallón de voluntarios que formarán el Regimiento de lnfantería Candás y Luanco, participante en innumerables batallas por gran parte de España, una de esas batallas la del Puente de San Sebastián de Avilés, acabará en derrota lo que supone la pérdida de toda esa zona, y que la población padezca expolios y padecimientos hasta el final de la invasión; pero este no fue el punto final, ya que la villa y el concejo sufrieron la invasión del ejército francés en tres ocasiones. 

El segundo hecho de importancia sucedido en el s. XIX fue la disgregación del concejo en tres Ayuntamientos: Candás, Guimarán y Tamón. La experiencia duró sólo dos años y en 1823 Carreño recuperó su ámbito territorial histórico. 

No podemos dejar sin mencionar los terribles naufragios sufridos por marineros candasinos durante el siglo XIX: 24 de enero de 1840, 96 pescadores; 14 de enero de 1877, 30 pescadores; 21 de diciembre de 1891, 11 desaparecidos en la mar. 

Siglo XX 


El siglo XX supone un cambio positivo en el concejo que experimenta una primera fase industrializadora: bodegas de salazones, fábricas de escabeche, siete fábricas de conserva, minería del hierro, fábrica de productos químicos de Aboño, inauguración de la línea de ferrocarril hasta El Musel,... 

La evolución social y cultural va pareja a la económica y se refleja en la extensión y mejora de la enseñanza en todo el concejo y en un temprano movimiento asociativo (Asociación de Agricultores de Carreño, Ateneo Obrero,...) y político-sindical. 

En la Guerra Civil, Carreño no tuvo un papel protagonista, si cabe destacar la construcción en El Valle del campo de aviación más importante de la zona republicana, que estuvo activo hasta octubre de 1937 cuando todo el concejo pasó a manos de los nacionales. 

Tras la guerra continuará el proceso industrializador de la comarca. La instalación de Ensidesa, Endesa a industrias auxiliares en los límites occidentales del concejo y la fábrica de Cementos Tudela Veguín, Uninsa y la Central Térmica de Aboño en el margen oriental, provocan un crecimiento demográfico y económico desconocido hasta entonces en Carreño y sobre todo en su capital que sufre un vuelco espectacular en su estructura urbana. 

Todo el sector primario y sobre todo la pesca e industrias afines sufren un paulatino abandono del que intenta salir en la actualidad con la construcción del nuevo puerto. 

La grave crisis industrial de los años 80 y la consecuente reconversión marcan el declive de la región y con ella de este concejo, no hay nuevas instalaciones industriales (excepción hecha de la Du Pont) y la economía de Carreño parece orientarse hacia el sector servicios, dentro del cual el ocio y el turismo juegan un importante papel. 

Arte 


Este concejo tiene un gran legado arquitectónico que iremos detallando a continuación: 
La iglesia de San Félix, construida por Fruela II, de su primera estructura queda la zona de la cabecera detrás del retablo barroco y el muro occidental, donde se abre una ventana con arco de medio punto. El resto son de diferentes construcciones, como los cubos de la escalera de caracol que son medievales, o el retablo del Cristo que es barroco. El templo actual es neobarroco, destaca la monumental fachada, rematada por un frontón y dos torres laterales. 
La iglesia de Santa María de Logrezana, de su primitiva construcción románica sólo conserva la portada occidental y una ventana en el muro sur. La espadaña presenta un perfil medieval pero es difícil de datar su construcción. Todo el templo se reedifica a finales del siglo XIX. 
La iglesia de Santa María de Piedeloro, es Monumento Histórico Artístico del siglo XIII, y es de estilo románico tardío. La iglesia es de una sola nave y planta rectangular. Está realizada en mampostería y sillares en las esquinas. Los muros están reforzados con contrafuertes y con pequeñas saeteras que es lo que reparte luz a la iglesia. En su origen la iglesia tenia tres portadas, la norte, la sur y la oeste. La norte, está tapiada. La sur está formada por dos arquivoltas que carecen de decoración. Y la que mayor interés destaca, es la portada occidental que es abocinada con tres arquivoltas de medio punto rodeados por una chambrana. El edificio es una mezcla de diferentes estilos así en el XVII, se volvieron a cubrir las naves y en el XVIII se agrega la sacristía y el pórtico. Su última restauración fue realizada en 1986. 
La iglesia parroquial de Ambás es del siglo XVIII, el edificio fue remodelado después de la guerra civil, haciendo una iglesia de líneas sencillas. Su estructura es la de nave única, cabecera cuadrada, sacristía y pórtico con columnas. Se caracteriza por la carencia de decoración. 
La ermita de San Antonio del siglo XVI, fue costeada por el pueblo de Candás por salir del azote de la peste. Es una construcción sencilla en mampostería con nave única y cabecera. A la platea se accede por un arco de triunfo. 
El palacio de Estrada Mora del siglo XVIII, es sencillo, destacando los sillares labrados en las esquinas y en los vanos. Carece de detalles ornamentales. El palacio tiene alrededor un parque con esculturas contemporáneas. 
La torre de Prendes, tiene una situación estratégica de los siglos XIV y XV. Es una tosca construcción cuadrada, construida en sillarejo. En la fachada meridional sobre una puerta ojival hay una ventana, las otras fachadas disponen de saeteras. 
El centro de Agricultores de Carreño, construido a principios del siglo XX, tiene un estilo típico de la arquitectura industrial. Es un edificio de dos plantas, la baja con tres puertas destinada al uso agrícola y la superior destinada para juntas y reuniones con amplias ventanas. Para su construcción se utiliza la piedra artificial y para su decoración la cerámica esmaltada. Fue una obra costeada por las familias indianas. 

Fiestas 


Las más importantes son: 
La fiesta con más renombre del verano son las Jornadas Gastronómicas de la Sardina en Candás que se vienen celebrando desde el año 1969, fecha del primer festival, actualmente constituyen las fiestas grandes de la capital de Carreño, coincidiendo con la fiesta patronal de la localidad (San Felix). Este festival se suele desarrollar del 28 de julio al 2 de agosto, siendo el 1 de agosto día oficial del festival. 
El Santísimo Cristo de Candás se celebra en septiembre. La leyenda dice que un pescador encontró la imagen en el mar. El día 14 tiene lugar la Alborada con diversos actos como la ofrenda floral y la participación de grupos folclóricos. En esta semana del Cristo hay las famosas corridas de toros en la playa. 


                                 
Llegada del Cristo M Antigua setiembre 1938                 


Tiene gran tradición la Semana Santa candansina, cuyos puntos centrales son el Canto de la Salve Marinera y la procesión del Encuentro. 

Otras fiestas son el 16 Julio Carmen del ((Valle carreño)), 25 de julio Santiago en Albandi Y Santiago Ambas, primer domingo de Agosto San Juan Bautista Tamón, el 6 de agosto en Perlora el Salvador, y el 14 de septiembre la Virgen de los Remedios, patrona de Carreño, en Guimarán.



Candás, Puerto

Carreño, como territorio autónomo, se vio dotado de una puebla en la segunda mitad del siglo XIII. Ésta se asentó en Candás, un establecimiento inmediato a la línea de costa. La autonomía del concejo de la puebla nueva no duraría mucho ya que en 1309 Fernando IV lo otorga al concejo de Avilés. A partir de ese momento, el territorio carreñense, a pesar de mantener su acusada personalidad, verá limitada su capacidad de autogobierno frente a la corporación de Avilés.



                                         Puerto de Candás y paseo Marítimo Perlora-Candás

Los siglos XVI y XVII nos muestran una villa candasina muy activa, volcada hacia las actividades pesqueras. Además, en la segunda mitad del siglo XVII había conseguido la emancipación del alfoz avilesino y elabora sus nuevas ordenanzas municipales en 1684. En 1691 la Abadía de Santa María de Arbás del Puerto vende al concejo su coto de Overiz con los puertos de Perán y Entrellusa.




De esta forma, Carreño adquiere la configuración que conocemos hoy en día. En esos momentos la economía del concejo está sustentada mayoritariamente por las actividades primarias, y con una gran parte de la población especializada en las pesqueras. También tiene importancia la artesanía orientada hacia las infraestructuras portuarias y marineras, por lo que abunda la presencia de toneleros, carpinteros, canteros, herreros etc. Además, en el siglo XVIII se ve dinamizada por la llegada de flamencos. Durante las primeras décadas del siglo XIX, la vida del Ayuntamiento se verá afectada por la inestabilidad política e institucional que caracterizó a dicho periodo en toda España.




Durante el trienio liberal, el concejo se disgrega en tres ayuntamientos separados (Candás, Guimarán y Tamón), y en 1836 los carlistas ocupan esporádicamente el Ayuntamiento, aunque sin mayores consecuencias para la zona. Sin embargo, los años finiseculares del siglo XIX y los primeros del XX constituyen el inicio de un periodo que traerá grandes y positivas transformaciones en su territorio. En una primera fase industrializadora, se encuentran en funcionamiento varias minas de hierro, numerosas industrias conserveras, y la química de Aboño. También se concluye el nuevo espigón del puerto y se produce la llegada del ferrocarril.



 
Tras la Guerra Civil, se culminó el proceso industrializador. En los años cincuenta recibe el influjo de la instalación de Ensidesa, y su vida económica se ve revitalizada también con la presencia de una cementera, una central eléctrica y numerosas pequeñas industrias instaladas en los alrededores.


  
 La densa industrialización, sin embargo, no ha impedido la explotación de los recursos turísticos del municipio. La densa industrialización, sin embargo, no ha impedido la explotación de los recursos turísticos del municipio.









martes, 29 de octubre de 2013

5 pueblos costeros que inspiran. Asturias

5 pueblos costeros que inspiran un viaje a Asturias
Casas bajas, tejados, algunas calles empedradas que marcan senderos que terminan o miran al mar. Pequeños pueblos emplazados en una costa accidentada que encierra playas, ensenadas, estuarios. En cada pueblo, hay vistas recomendables, miradores y panorámicas hacia cada ángulo. Es la fórmula de cada uno de los pueblos seleccionados para esta selección que incita a poner rumbo a Asturias:
1. Un mirador al mar (Lastres)
Villa marinera con apenas 2.000 habitantes, Lastres entra en la lista de los pueblos más bonitos de Asturias por su encantador colección de tejados emplazados en una colina que cae al mar. Está situado en el concejo de Colunga, y también posee bonitas playas en uno de los paisajes más bellos del litoral asturiano:








2. En un estuario hacia el Cantábrico (Ribadesella)
Fue uno de los principales puertos asturianos en el siglo XIX, una ciudad también conocida por sus alternativas de escalada y la espeleología. Pero la originalidad geográfica queda en manos del estuario en la desembocadura del río Sella. Ribadesella es ideal para el descanso y el turismo es una de sus principales actividades.








3. Un caserío recluido (Cudillero)
Un paisaje abrupto, como un anfiteatro salpicado de casas coloridas que miran al mar, playas solitarias, tranquilidad por demás y un estilo de vida en torno al mar desde hace siglos. Cudillero es uno de los pueblos más bonitos de España, un pueblo pesquero que en verano muta su perfil al de un centro turístico entre acantilados y zonas de costa para disfrutar:







4. La esencia de la aldea asturiana (Tazones)
Pueblo del concejo de Villaviciosa, con apenas poco más de dos centenares de habitantes, el caserío costero posee una playa con huellas jurásicas, y la actividad de uno de los 18 puertos de Asturias. No sólo se llega a Tazones por su pintorescas visuales, sino además, por sus mariscos y sus barrios que suman un conjunto histórico regional:






5. La postal de villa marinera asturiana (Luarca)
No hay dudas que es uno de los pueblos más bonitos de Asturia, y que también, está entre los más bonitos de España. Luarca sobrepasa apenas los 5.000 habitantes como una ciudad de paso del Camino de Santiago. Una ciudad que rebalsa de propuestas, entre ellas, numerosas playas de cantos, arenales y rincones entre acantilados.